Una de las virtudes de Internet consiste en haberse convertido en un inmenso repositorio de recursos a los que accedemos con gran facilidad. Esas dos características: gigantesco repositorio y facilidad de uso nos permiten encontrar todo tipo de recursos que podemos utilizar en nuestra actividad docente.
Pero no es todo tan sencillo como parece. Primero tenemos que solucionar la dificultad de encontrar aquello que necesitamos perdidos en una enorme red de páginas y recursos. Por otra parte localizar un recurso en la web no implica que podamos utilizarlo como queramos. A menudo sólo podremos acceder a él para visualizarlo en la página en la que está alojado porque tiene derechos de autor que lo protegen quedando sólo como recurso la posibilidad de enlazarlo o incrustarlo en nuestro sitio web si el objeto encontrado proporciona código para ello.
Si queremos reutilizarlo en otra página, en un trabajo o en una publicación para uso con nuestro alumnado o para compartir con otros compañeros docentes tendremos que asegurarnos de que contamos con los permisos necesarios del autor y/o personas que detenten los derechos de autor de esa obra.